El sistema financiero global está en constante evolución, enfocándose en lograr mayor transparencia, eficiencia y agilidad en las operaciones. Una de las mayores revoluciones en este ámbito es el surgimiento de las monedas digitales, que ya se han adoptado en varios países alrededor del mundo.
Las monedas digitales son versiones electrónicas de la moneda oficial de un país, emitidas y reguladas por sus bancos centrales. Conocidas como Central Bank Digital Currency (CBDC), se construyen sobre tecnología blockchain, garantizando un registro seguro de las transacciones, y se accede a ellas a través de billeteras digitales.
Estas monedas representan la versión digital de las monedas fiduciarias tradicionales, manteniendo la estabilidad y regulación del sistema financiero. A diferencia de las criptomonedas, las monedas digitales están centralizadas y tienen como objetivo facilitar transacciones e inclusión financiera.
En la práctica, las monedas digitales buscan simplificar y acelerar las transacciones financieras, comparables al dinero físico, pero sin necesidad de tangibilidad. Además, contribuyen a la digitalización de la economía, fortaleciendo la seguridad en las operaciones e incluyendo a aquellos sin acceso a cuentas bancarias, facilitando así la vida financiera.
A diferencia del pago con tarjeta de débito, las monedas digitales presentan características específicas que van más allá del uso de una tarjeta plástica o de realizar una transferencia electrónica.
¿Cuál es la diferencia entre monedas digitales y criptomonedas?
La principal diferencia entre una moneda digital y una criptomoneda reside en la regulación. Mientras que las monedas digitales están centralizadas y son emitidas por los bancos centrales de los países, las criptomonedas son descentralizadas y no están vinculadas a gobiernos ni instituciones financieras. Esta distinción también influye en la estabilidad de los precios, siendo las monedas digitales centralizadas generalmente más estables, mientras que las criptomonedas tienden a presentar alta volatilidad.
Aunque a veces se usan como sinónimos, es esencial comprender estas diferencias, especialmente al considerar que ambos tipos de monedas emplean tecnologías similares, como la blockchain.
¿Cuáles son los países que ya tienen una moneda digital oficial?
Nigeria, Bahamas, Jamaica y países del Caribe Oriental (Anguila, Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, Montserrat, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, y San Vicente y las Granadinas). Es decir, 11 países ya cuentan con este recurso.
Nigeria destaca como uno de los países pioneros en la adopción de una moneda digital oficial, la eNaira, lanzada en octubre de 2021. Como la única Central Bank Digital Currency (CBDC) de África, la eNaira se utiliza ampliamente en transacciones cotidianas, promoviendo la democratización del sistema bancario en el país.
A pesar de su buena recepción, la eNaira no está exenta de polémicas. En 2023, el banco central nigeriano impuso restricciones a los retiros de dinero en efectivo, generando controversias entre la población que aún prefiere el modelo tradicional. Esta medida buscaba combatir sobornos y corrupción, incentivando el uso de la eNaira. No obstante, la Corte Suprema nigeriana intervino, prohibiendo la limitación de retiros.
A pesar de los desafíos, la moneda digital nigeriana sigue fortaleciéndose y se considera un caso de éxito en la modernización del sistema financiero del país.
Las Bahamas destacan como pioneras al lanzar la primera moneda digital del mundo, el Sand Dollar, en 2020. Sin embargo, en 2023, esta Central Bank Digital Currency (CBDC) aún no está totalmente integrada al sistema bancario, aunque se usa ampliamente entre la población.
El principal objetivo del Sand Dollar fue aumentar la inclusión financiera y combatir el lavado de dinero y otras actividades ilícitas. Los resultados han sido prometedores, ya que las monedas digitales son altamente rastreables debido a la tecnología blockchain empleada en su implementación.
Jamaica, país de América Central, lanzó su propia moneda digital en 2022, conocida como Jamaican Digital Exchange o JAM-DEX. A diferencia de algunas otras CBDCs, la JAM-DEX no pretende sustituir el dinero físico ni las tarjetas, sino ofrecer una alternativa para pagos y compras, buscando reducir los costos de gestión y almacenamiento de efectivo.
Una característica importante de la JAM-DEX es que se almacena en billeteras digitales, pero puede convertirse en billetes y monedas, proporcionando flexibilidad a los usuarios. Esta estrategia refleja el enfoque del banco central de Jamaica en ofrecer una nueva opción para transacciones financieras, complementando los métodos tradicionales de pago.
Los países del Caribe Oriental, conformados por ocho naciones insulares de la región del Caribe, introdujeron su propia Central Bank Digital Currency (CBDC) llamada DCash. Lanzada en 2022, la DCash funciona como una versión virtual del dólar utilizado en estas naciones.
El principal objetivo de DCash es facilitar las compras y pagos en la región. Además, la moneda digital presenta nuevas funcionalidades, como la integración con billeteras digitales de proveedores externos y la capacidad de realizar pagos al gobierno. Estas adiciones buscan mejorar la conveniencia y la eficiencia de las transacciones financieras en el Caribe Oriental.
Los esfuerzos para el desarrollo de monedas digitales están en marcha en todo el mundo, con 21 países actualmente en fase de proyecto piloto, 32 en etapa de desarrollo y 45 en fase de investigación. Estos países representan todos los continentes e incluyen naciones importantes como Brasil, Australia, Estados Unidos, Canadá, China y Japón.
Esta amplia participación demuestra el creciente interés y compromiso global con la digitalización del sistema financiero. Se espera que las monedas digitales desempeñen un papel significativo en la economía global, ofreciendo nuevas oportunidades y desafíos para gobiernos, instituciones financieras y consumidores en todo el mundo.
Países en proyecto piloto de monedas digitales:
Sudáfrica, Arabia Saudita, Australia, Kazajistán, China, Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidos, Ghana, Hong Kong, India, Irán, Israel, Japón, Malasia, Rusia, Singapur, Suecia, Tailandia, Túnez, Turquía y Ucrania.
Países en desarrollo de monedas digitales:
Alemania, Austria, Bahréin, Bielorrusia, Brasil, Bután, Camboya, Canadá, Colombia, España, Estados Unidos, Estonia, Filipinas, Finlandia, Francia, Haití, Mauricio, Indonesia, Irlanda, Italia, Laos, Lituania, Luxemburgo, Macao, México, Montenegro, Noruega, Países Bajos, Palau, Reino Unido, Suiza y Taiwán. En total, son 32 países, abarcando toda el área del euro, según el Atlantic Council.
¿Cuáles son las ventajas y desafíos del uso de la moneda digital?
Ventajas:
- Eficiencia en las Transacciones: Las transacciones con moneda digital pueden ser más rápidas y eficientes que los métodos tradicionales, especialmente en transacciones internacionales, debido a la eliminación de intermediarios y la velocidad de las redes blockchain.
- Acceso Financiero: La moneda digital puede ofrecer acceso a servicios financieros para personas en áreas donde los servicios bancarios tradicionales son limitados o inexistentes, ayudando a reducir la exclusión financiera.
- Reducción de Costos: Para empresas, el uso de moneda digital puede reducir los costos de transacción, como las tarifas de procesamiento de pagos y las tasas de cambio, especialmente en transacciones internacionales.
- Transparencia y Rastreabilidad: La tecnología blockchain utilizada en la mayoría de las monedas digitales ofrece un registro transparente e inmutable de todas las transacciones, lo que puede aumentar la confianza de los usuarios y reducir el fraude.
Desafíos:
- Volatilidad: El valor de las monedas digitales puede ser extremadamente volátil, con fluctuaciones significativas en cortos períodos de tiempo, lo que puede hacer que las transacciones y las inversiones sean arriesgadas.
- Seguridad: Aunque la tecnología blockchain es segura, las billeteras digitales y las casas de cambio de criptomonedas pueden ser objetivos de hackers, lo que puede resultar en robo de fondos y pérdida de activos.
- Regulación: La falta de una regulación clara en muchas jurisdicciones puede llevar a incertidumbres legales y regulatorias, dificultando la adopción generalizada y aumentando el riesgo para los usuarios e inversores.
- Privacidad: Aunque las transacciones con moneda digital son seudónimas, no son necesariamente anónimas, y algunas monedas digitales pueden generar preocupaciones sobre la privacidad y el seguimiento de las actividades financieras de los usuarios.
En resumen, mientras que la moneda digital ofrece beneficios significativos en términos de eficiencia y acceso financiero, también presenta desafíos importantes relacionados con la volatilidad, seguridad, regulación y privacidad que deben ser considerados por los usuarios y reguladores.