Considerado una evolución del Ingenuity, el primer helicóptero en volar en Marte, el Chopper está siendo diseñado para revolucionar la exploración científica del planeta rojo. Con una estructura más grande, más potente y capaz de transportar equipos a largas distancias, el nuevo helicóptero tiene como objetivo llenar una brecha en la movilidad de las misiones en Marte, funcionando como una extensión de los rovers y permitiendo que los científicos alcancen áreas de difícil acceso.
El Chopper será aproximadamente 20 veces más pesado que el Ingenuity, con 35 kg, y estará equipado con seis palas diseñadas para la atmósfera poco densa de Marte. Su carga útil también será muy superior: el dron podrá transportar hasta cinco kilos de equipos, incluyendo cámaras, sensores e instrumentos científicos diversos. Además, tendrá una autonomía de vuelo de hasta tres kilómetros por sol (el día marciano, que dura 24 horas y 40 minutos). Esta capacidad de vuelo autónomo es esencial en Marte, ya que el tiempo de comunicación entre el planeta rojo y la Tierra hace inviable el control en tiempo real.
Después de 72 vuelos exitosos del Ingenuity, que superaron todas las expectativas de la NASA y demostraron la viabilidad del vuelo en Marte, el Chopper lleva esta tecnología aún más lejos. Mientras que el Ingenuity fue diseñado para funcionar en colaboración con el rover Perseverance y dependía de él para aterrizar y recargar sus baterías, el Chopper estará diseñado para actuar de manera totalmente independiente. Podrá aterrizar solo, lo que elimina la necesidad de un sistema de transporte terrestre como el rover, permitiéndole cubrir áreas más grandes y explorar regiones de difícil acceso donde los rovers no pueden llegar.
Una de las mayores innovaciones del Chopper es el uso de un dispositivo motorizado conocido como jetpack, que será crucial para que el helicóptero pueda aterrizar de forma autónoma y segura en la superficie de Marte. A diferencia del Ingenuity, que llegó a Marte sujeto a la parte inferior del rover Perseverance, el Chopper será lanzado directamente desde la órbita y entrará en la atmósfera marciana a gran velocidad. El jetpack, equipado con propulsores, ayudará a desacelerar y estabilizar el helicóptero, proporcionando un aterrizaje controlado y preciso. Esta nueva tecnología de aterrizaje es una gran ventaja para la NASA, ya que elimina la necesidad de sistemas de aterrizaje complejos y costosos, reduciendo así el peso y el consumo de combustible de la misión.
Este diseño autosuficiente no solo simplifica la logística, sino que también ofrece más flexibilidad a la NASA para elegir áreas de aterrizaje con mayor libertad. A diferencia de los vehículos de aterrizaje tradicionales, que necesitan áreas cuidadosamente mapeadas para tocar el suelo de manera segura, el Chopper podrá entrar en la atmósfera en diferentes lugares de Marte y adaptarse automáticamente a las condiciones del entorno. La NASA espera que esta tecnología no solo haga que el Chopper sea más seguro y eficiente, sino que también abra puertas a futuras misiones que involucren múltiples aterrizajes en áreas inexploradas, permitiendo la exploración de una variedad de ambientes marcianos.
El diseño del Chopper plantea desafíos tecnológicos complejos, muchos de los cuales ya han sido enfrentados y superados por el equipo del Ingenuity, liderado por Theodore (Teddy) Tzanetos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. Cuando el equipo comenzó a trabajar en el Ingenuity, existía un considerable escepticismo sobre la viabilidad del proyecto, ya que la atmósfera marciana tiene solo el 1% de la densidad de la atmósfera terrestre al nivel del mar. En una atmósfera tan poco densa, las hélices del helicóptero necesitan girar extremadamente rápido para generar la sustentación necesaria para el vuelo. Este problema se vuelve aún más pronunciado con el Chopper, que es mucho más grande y pesado que el Ingenuity.
“Para hacer volar el Ingenuity, enfrentamos una resistencia interna significativa; muchos dudaban que sería posible debido a las extremas condiciones de Marte. Tuvimos que convencerlos de que la física nos permitiría realizar esta hazaña”, explica Tzanetos. El éxito del Ingenuity demostró que el equipo tenía razón, y el helicóptero no solo voló en Marte, sino que también fue capaz de realizar maniobras complejas y comunicarse con la Tierra, marcando un logro histórico.
Sin embargo, la misión del Chopper eleva la complejidad a otro nivel. La atmósfera marciana, con una densidad promedio de 0,020 kg/m³, impone severas limitaciones al vuelo, exigiendo rotores y sistemas de control avanzados para soportar la baja presión. Además, el helicóptero debe ser energéticamente eficiente y capaz de operar en un entorno donde las temperaturas pueden bajar drásticamente, especialmente durante la noche marciana. El desarrollo de rotores de última generación y sistemas de gestión de energía que garanticen una operación confiable a largo plazo son algunos de los principales enfoques del equipo de ingeniería.
Si es aprobado para una misión futura, el Chopper traerá ventajas significativas para la exploración de Marte. Al tener la capacidad de moverse rápidamente y llevar equipos científicos, podrá alcanzar y estudiar áreas que los rovers no pueden, como terrenos accidentados, pendientes pronunciadas y cuevas. Esto permitirá que los científicos amplíen el alcance de la investigación, recopilando datos en una variedad de lugares y aumentando la comprensión sobre la geología, el clima y el potencial de vida en el planeta rojo.
Otro aspecto importante es la capacidad del Chopper de realizar vuelos repetidos y de largo alcance, lo que podría convertirlo en un socio ideal para misiones a largo plazo. A diferencia del Ingenuity, que fue diseñado para vuelos cortos y para demostrar la tecnología, el Chopper puede asumir un papel central en misiones científicas, funcionando como un laboratorio aéreo móvil que puede adaptarse y responder a las necesidades de la misión. Esto es especialmente valioso en un entorno como Marte, donde el terreno puede ser impredecible y la capacidad de explorar ampliamente está limitada por los propios rovers.
A pesar de todo el entusiasmo y los avances tecnológicos, la inclusión del Chopper en una misión futura depende de la aprobación presupuestaria de la NASA. Tzanetos y su equipo están promoviendo activamente el proyecto, buscando asegurar el apoyo financiero necesario para hacer viable la próxima generación de helicópteros para Marte. Él se mantiene optimista, confiando en que el éxito del Ingenuity servirá como prueba de concepto y convencerá a los líderes de la NASA para que inviertan en el Chopper. “Sabemos que los recursos son limitados, pero el potencial de exploración que ofrece el Chopper es único. Puede redefinir lo que entendemos sobre Marte”, comenta Tzanetos.
Si tiene éxito, el Chopper podría abrir el camino para una nueva era en la exploración espacial, haciendo de Marte un campo de estudio aún más accesible y permitiendo una exploración científica más rica y detallada del planeta rojo.