El martes, Nvidia, uno de los líderes globales en la fabricación de chips para inteligencia artificial, enfrentó uno de los mayores colapsos financieros jamás vistos en el mercado de valores. En un evento que muchos recordarán como uno de los más dramáticos de la historia reciente, la empresa vio cómo su valor de mercado se desplomaba de manera sin precedentes.

Nvidia, que llegó a ser la compañía más valiosa del mundo y es ampliamente reconocida por su papel crucial en el avance de la tecnología de IA, se enfrentó a una crisis de proporciones gigantescas. Lo que parecía una trayectoria de crecimiento imparable se transformó repentinamente en un mar de dificultades. El martes, la empresa sufrió una pérdida asombrosa del 9,5 % en el precio de sus acciones, lo que resultó en una reducción devastadora de 279.000 millones de dólares en su valor de mercado.

Este drástico declive no solo marcó el peor día en la historia de Nvidia, sino que también estableció un nuevo récord de pérdidas de mercado para una sola empresa. El valor perdido supera ampliamente el récord anterior de 240.000 millones de dólares establecido por Meta en 2022, evidenciando la magnitud de la crisis que enfrenta Nvidia. Este evento no solo plantea interrogantes sobre los desafíos actuales de la compañía, sino que también destaca la volatilidad que puede afectar incluso a las corporaciones más sólidas e innovadoras.

La situación es un recordatorio contundente de la fragilidad del mercado y de las complejas fuerzas que moldean el destino financiero de las empresas más grandes del mundo.

Para ilustrar la magnitud de este impresionante declive, es importante poner los números en perspectiva. El martes, Nvidia perdió 279.000 millones de dólares en valor de mercado, una cifra que equivale al valor combinado de solo 27 empresas a nivel mundial. Para entender la enormidad de esta pérdida, basta con decir que esta suma supera el valor total de acciones de gigantes estadounidenses como McDonald’s, Chevron y Pepsi. Este contraste resalta la escala colosal de la crisis que enfrenta la empresa.

Además, el impacto financiero para los involucrados en Nvidia es igualmente significativo. Jensen Huang, el CEO de la compañía y su mayor accionista individual, vio su fortuna personal reducirse en impresionantes 10.000 millones de dólares debido a la caída en el valor de las acciones de Nvidia. Huang ocupa el quinto lugar en el ranking de mayores accionistas, incluidos grandes inversores institucionales como BlackRock, lo que subraya aún más la magnitud de la pérdida.

La trayectoria de Nvidia ha estado marcada por altibajos desde el 18 de junio, cuando alcanzó un pico histórico de 3,3 billones de dólares en valor de mercado, convirtiéndose en la empresa pública más valiosa del mundo en ese momento. Sin embargo, desde entonces, la empresa ha enfrentado una caída pronunciada. A medida que la economía de Estados Unidos comienza a mostrar signos de estrés, los inversores se han vuelto cada vez más escépticos respecto a las valoraciones extremadamente altas de Nvidia y otras empresas del sector de inteligencia artificial.

La preocupación entre los corredores de bolsa es palpable, ya que muchos temen que la debilidad económica lleve a las empresas a reevaluar sus inversiones en tecnologías prometedoras, pero aún arriesgadas y no completamente comprobadas. Este entorno de incertidumbre genera dudas sobre la viabilidad a largo plazo de muchas de estas tecnologías, lo que podría estar contribuyendo a la turbulencia que Nvidia enfrenta.

A pesar de los impresionantes beneficios reportados la semana pasada, Nvidia no logró cumplir con las expectativas más altas de los inversores. La perspectiva relativamente moderada de la empresa, en comparación con las proyecciones de una mayor valorización, resultó en una caída significativa de las acciones.

Desde su punto máximo en junio, las acciones de Nvidia han caído más del 20 %. Microsoft, que también ha hecho grandes inversiones en tecnologías de inteligencia artificial, ha visto caer sus acciones un 12 % desde su punto más alto reciente. De manera similar, TSMC, principal competidor de Nvidia en la fabricación de chips para IA, ha experimentado una caída del 18 % desde mediados de julio.

Por otro lado, Intel, que alguna vez fue el líder mundial en la fabricación de chips, enfrenta un panorama aún más desafiante. Sus acciones han caído un asombroso 59 % en lo que va del año, reflejando sus dificultades para reinventarse y competir eficazmente en el mercado emergente de IA.

Además de los desafíos financieros, Nvidia podría enfrentarse a nuevos problemas legales. Informes recientes indican que el Departamento de Justicia de EE. UU. habría enviado una citación a Nvidia como parte de una investigación antimonopolio, según Bloomberg. Aunque CNN no ha podido verificar de forma independiente la citación, tanto el Departamento de Justicia como Nvidia se han abstenido de comentar sobre la investigación.

En respuesta a las especulaciones, un portavoz de Nvidia declaró: “Nvidia alcanza su éxito por mérito, como lo demuestran nuestros resultados de rendimiento y el valor que ofrecemos a nuestros clientes, quienes tienen la libertad de elegir cualquier solución que mejor se adapte a sus necesidades”.

El gobierno de Biden ha adoptado una postura estricta frente a las grandes empresas tecnológicas, llevando a cabo investigaciones y presentando acusaciones contra gigantes como Apple, Google y Amazon. Sin embargo, el futuro de estas investigaciones sigue siendo incierto. No está claro si un posible gobierno de Kamala Harris o una administración de Donald Trump continuarían con estos casos, aunque ambos han criticado a empresas tecnológicas por diversos motivos durante sus campañas.

El miércoles, las acciones de Nvidia registraron un leve aumento de alrededor del 1 %, tras la caída significativa de más del 3 % en el Nasdaq Composite el martes. En general, el mercado de valores se mantuvo estable el miércoles, reflejando una pausa en la reciente turbulencia.

A pesar de las incertidumbres, los inversores siguen siendo optimistas respecto a Nvidia. Las acciones de la empresa continúan con un crecimiento notable, con un aumento del 118 % en lo que va del año. Actualmente, Nvidia tiene una valoración de mercado impresionante de 2,7 billones de dólares, lo que la sitúa en un tercio del valor de gigantes como Apple y Microsoft. Jensen Huang afirmó recientemente que la demanda de sus chips de IA de última generación, los “Blackwell”, “supera con creces la oferta disponible”.

Los inversores optimistas, como Dan Ives de Wedbush, ven la reciente caída de las acciones como una oportunidad de compra. En una nota enviada a los inversores, Ives destacó la transformación que Nvidia ha traído al sector tecnológico, comparando sus GPU con el “nuevo petróleo y oro” del universo tecnológico.

Este enfoque subraya la visión de que, a pesar de los desafíos actuales, Nvidia sigue siendo una fuerza transformadora en el mercado, con el potencial de generar retornos sustanciales para quienes creen en su futuro.