Las elecciones europeas de 2024 presenciaron un fenómeno notable: aunque los partidos de centro aseguraron la mayoría de los escaños en el Parlamento Europeo, la extrema derecha emergió como la gran ganadora en los países más poblados del bloque, como Alemania, Francia e Italia. Este resultado sorprendente ha sido ampliamente atribuido a la influencia de las redes sociales, destacándose TikTok como un catalizador decisivo.
Aunque todavía no existe una investigación concluyente que establezca un vínculo directo entre las plataformas digitales y el ascenso de partidos extremistas, ejemplos como la victoria de Jordan Bardella en Francia ilustran claramente el impacto potencial de estas herramientas. Bardella, de 28 años y popular en TikTok, obtuvo una significativa ventaja de votos sobre el partido del presidente Emmanuel Macron, lo que ha generado preocupación sobre el creciente poder de las redes sociales para moldear opiniones electorales.
Este fenómeno puede no estar limitado a Europa, la “TikTokización” del proceso electoral parece estar redefiniendo no solo cómo los candidatos se conectan con los votantes, sino también los resultados que pueden lograr.
Una encuesta realizada por Politico, enfocado en noticias de la Unión Europea, reveló que TikTok ha ganado considerable relevancia en el bloque, con más de 140 millones de usuarios distribuidos en los 27 países miembros. Esta plataforma se ha convertido en un canal popular entre políticos de diversos espectros ideológicos, con aproximadamente un tercio de los eurodiputados franceses, italianos y alemanes manteniendo una presencia activa en ella.
Sin embargo, la mayoría de los políticos que se han sumado a TikTok pertenecen a los extremos del espectro político: el 46% son de partidos de extrema derecha y extrema izquierda, en comparación con solo el 19% de representantes de partidos de centro-derecha, según indica la encuesta. Esta tendencia se ve respaldada por los números de interacciones: hasta marzo, los partidos de extrema derecha acumularon 28 millones de “me gusta”, mientras que los de extrema izquierda registraron 17 millones. En contraste, los partidos de centro-derecha obtuvieron solo 3 millones de “me gusta”.
En Alemania, por ejemplo, el canciller Olaf Scholz se unió a TikTok en abril; sin embargo, la líder del partido de extrema derecha AfD, Alice Weidel, es más activa y tiene una audiencia superior. Mientras Scholz acumula 282 mil seguidores, Weidel ya cuenta con 295 mil, lo que destaca la eficacia de TikTok en amplificar las voces de la extrema derecha en el espacio político digital.
Algunas estrellas de TikTok obtienen sus “me gusta” por su habilidad para difundir mensajes políticos, mientras que otras optan por compartir videos más ligeros, como de mascotas y aficiones personales.
Jordan Bardella se destacó en TikTok mediante videos estratégicamente seleccionados, en los que combina humor ácido y críticas contundentes en debates televisivos, a menudo acompañados de una copa de alcohol. Este enfoque le ha ganado una enorme popularidad, convirtiéndolo en la tercera personalidad política francesa más seguida en la plataforma, con 1,6 millones de seguidores. Solo está detrás de Emmanuel Macron, con 4,5 millones de seguidores, y Jean-Luc Mélenchon, líder del partido de izquierda La France Insoumise, con 2,4 millones.
En términos de “me gusta”, Bardella supera a Macron, acumulando 37 millones frente a los 35 millones del presidente, y se acerca a los 40 millones de Mélenchon. Conocido como el “yerno ideal” de la extrema derecha debido a su estilo pulcro y un lenguaje más moderado en comparación con otros políticos extremistas, Bardella, de 28 años, es un nativo digital que se destaca no solo por su discurso político, sino también por abordar una variedad de temas más allá de la política en sus videos. Esta estrategia lo ha colocado por delante de muchos otros eurodiputados de extrema derecha en términos de alcance e influencia en redes sociales.
En los últimos meses, Jordan Bardella ha aprovechado TikTok de manera impactante, especialmente con videos en los que se le ve sosteniendo una copa de vino o bebiendo cerveza, acumulando impresionantes 13,5 millones de visualizaciones. Uno de estos videos, en el que Bardella simbólicamente “bebe el veneno” de las críticas periodísticas dirigidas hacia él, alcanzó 3,2 millones de visualizaciones y recibió 351 mil “me gusta”.
TikTok, donde la mayoría de los usuarios tiene menos de 35 años, ha sido una plataforma crucial para que los políticos lleguen al electorado joven, que tradicionalmente no participa mucho en las elecciones. Sin embargo, este fenómeno también ha traído consigo una simplificación excesiva de los temas políticos, presentados a menudo en videos de pocos segundos. Además, el lenguaje sarcástico, irónico y el uso de memes, especialmente por parte de la extrema derecha, contribuyen a crear visiones estereotipadas de la política.
Un aspecto significativo de la “TikTokización” de las campañas políticas es la formación de burbujas ideológicas aún más cerradas. Los algoritmos eficaces de la plataforma tienden a amplificar los intereses iniciales, creando un ciclo vicioso en el que los usuarios están expuestos principalmente a contenidos que confirman sus opiniones preexistentes, limitando la diversidad de opiniones e información.
Así, mientras TikTok se convierte en un escenario cada vez más influyente en la política, también plantea interrogantes sobre cómo la polarización y la simplificación pueden moldear la percepción pública y el compromiso cívico, especialmente entre los votantes jóvenes.
La red china capta la atención del usuario al ofrecer contenidos que tienden a reforzar un determinado punto de vista como el más confiable. Nina Santos, directora de Aláfia Lab e investigadora del Instituto de Ciencia y Tecnología en Democracia Digital de la Universidad Panthéon-Assas, destaca que el uso de TikTok representa una evolución en las estrategias de campañas políticas y comunicación digital, un movimiento que comenzó de manera notable en las elecciones estadounidenses de 2008 con Barack Obama.
Según ella, TikTok representa un nuevo capítulo en la transformación de las campañas digitales, caracterizado por la velocidad de los videos, el tipo de información consumida y la forma de distribución de los contenidos. Este entorno digital acerca a los políticos a sus votantes al permitirles mostrar un lado más humano, algo que rara vez se explora en los medios de comunicación tradicionales.
Nina enfatiza que esto no solo influye en la dinámica partidaria, sino que también redefine el papel de los partidos políticos, que ahora se ven no solo como representantes de ideologías, sino como individuos con vidas familiares e intereses diversos, incluyendo deportes y hábitos personales.
Las elecciones europeas ilustran esta nueva dinámica, pero Nina señala que TikTok también ha tenido un impacto significativo en elecciones alrededor del mundo, como en Indonesia, Argentina, México y Sudáfrica, indicando una tendencia global.
En Brasil, donde TikTok está ganando popularidad, la plataforma podría desempeñar un papel crucial en las elecciones municipales de 2024, potenciando la distribución de contenidos políticos en comparación con 2022. Basándose en la experiencia de las elecciones europeas, los videos cortos de mascotas y bailes ya no se limitan a viralizarse en internet; pueden tener un impacto tangible en las decisiones de los votantes en las urnas.