La expansión de la conectividad más allá de los límites terrestres se está convirtiendo rápidamente en una realidad, a medida que la NASA y Nokia unen fuerzas para lanzar una red 4G en la Luna. Esta iniciativa revolucionaria busca establecer las bases para la presencia humana sostenida en otros cuerpos celestes, equiparando la importancia de internet a la esencialidad del agua y los alimentos para futuras misiones, como las ambiciosas expediciones Artemis.
Imagine enviar mensajes de texto desde la Luna o incluso realizar streaming desde Marte. Estos escenarios ya no están tan lejanos como podríamos imaginar.
En una colaboración pionera, la NASA y Nokia planean enviar una red 4G a la Luna a través de un cohete de SpaceX, con lanzamiento programado para este año. El objetivo es instalar esta red de comunicación celular en el polo sur lunar, allanando el camino para la expansión de la presencia humana en el espacio. El módulo de aterrizaje, una vez en la superficie lunar, será responsable de implementar el sistema, que luego será operado de forma remota desde la Tierra.
“El primer desafío para poner en funcionamiento esta red es garantizar que los equipos celulares sean lo suficientemente robustos como para soportar las condiciones adversas del espacio, incluidas las variaciones extremas de temperatura y la exposición a la radiación, además de cumplir con los requisitos específicos de tamaño, peso y consumo de energía necesarios para su despliegue autónomo”, explicó Walt Engelund, administrador asociado de programas en la Dirección de Misión de Tecnología Espacial de la NASA, en una entrevista con CNN.
Esta iniciativa no solo ampliará los horizontes de la conectividad humana, sino que también impulsará la investigación y el desarrollo de tecnologías adaptables al ambiente hostil del espacio, representando un paso significativo hacia la exploración sostenida y la futura colonización de otros cuerpos celestes.
La unidad de red 4G, desarrollada por los renombrados Bell Labs de Nokia, se está construyendo meticulosamente con una selección de componentes comerciales ya existentes. Esta tecnología de punta será transportada e instalada en el módulo de aterrizaje proporcionado por la empresa estadounidense Intuitive Machines. Una vez instalada, la red conectará el módulo de aterrizaje con los vehículos de exploración designados para misiones especiales, centradas en la búsqueda de hielo lunar.
Dos vehículos desempeñarán roles cruciales en esta búsqueda. El primero, el rover Lunar Outpost, investigará la región conocida como Shackleton Connecting Ridge, mientras que el segundo, el saltador Micro-Nova, se adentrará en un cráter en busca de evidencias inéditas de hielo lunar. La transmisión casi en tiempo real de imágenes del hielo de vuelta al módulo de aterrizaje, y luego a la Tierra a través de la red celular, representará un avance pionero en esta área.
El hielo lunar identificado podría desempeñar un papel vital en futuras exploraciones espaciales. Además de potencialmente ser utilizado en la creación de oxígeno respirable, también podría convertirse en combustible, proporcionando recursos esenciales para lanzar misiones a Marte directamente desde la Luna.
Para el ambicioso programa Artemis de la NASA, cuyo objetivo es regresar astronautas a la Luna en esta década, la conectividad celular tiene un valor incalculable. Esta infraestructura de comunicación no solo posibilita la realización de misiones científicas de vanguardia, sino que también representa un paso crucial en la preparación para una presencia humana duradera en nuestro sistema solar.
La transición a un sistema de comunicación lunar más avanzado es una prioridad crucial para la NASA, según destacó Engelund. Actualmente, los astronautas dependen principalmente de las comunicaciones por radio, pero con la evolución de las misiones Artemis y la creciente necesidad de transmitir video de alta resolución y datos científicos en tiempo real, es esencial desarrollar un sistema de comunicación lunar más robusto y versátil.
Engelund enfatiza que la capacidad de comunicarse de manera efectiva en la Luna es tan vital para el éxito de las misiones Artemis como otros elementos fundamentales, como el suministro de energía, agua potable y oxígeno respirable.
El objetivo final de este esfuerzo es establecer una infraestructura de comunicación lunar integral, que permita a los exploradores enviar datos científicos de regreso a la Tierra, mantener contacto con el control de la misión e incluso comunicarse con sus familias, de manera similar a la experiencia de usar un celular mientras caminan por la calle.
Esta iniciativa no solo revolucionaría la forma en que interactuamos con el espacio, sino que también allanaría el camino para una verdadera “internet extraterrestre”. Los dispositivos personales podrían conectarse a esta red, permitiendo a los colonos espaciales utilizar teléfonos inteligentes que ofrezcan acceso a una gama completa de aplicaciones y servicios, similar a lo que está disponible para los habitantes de la Tierra.
Mientras tanto, aunque la misión ha sido retrasada, la NASA sigue avanzando en sus planes para el próximo viaje a la Luna, ahora programado para 2025. Este aplazamiento permite más tiempo para mejorar y ampliar las capacidades tecnológicas necesarias para garantizar el éxito y la seguridad de las futuras misiones lunares.
La elección de Bell Labs por parte de la NASA como parte de su iniciativa Tipping Point es un reconocimiento significativo de su capacidad de liderazgo en la vanguardia de la exploración espacial. Esta asociación estratégica no solo impulsa el desarrollo de tecnologías esenciales para futuras misiones, sino que también posiciona a Bell Labs para desempeñar roles clave en la creciente economía espacial.
Con una subvención sustancial de $14,1 millones en 2020 y el reciente reconocimiento de DARPA, a través de la selección de Nokia, para comenzar el desarrollo de una infraestructura de servicios de comunicación, Bell Labs se establece firmemente como un jugador central en la construcción de la “estructura para la economía lunar”.
Thierry Klein, presidente de Soluciones de Investigación de Bell Labs, destaca la importancia crítica de las tecnologías de comunicación para el futuro de la economía lunar. Estas tecnologías serán fundamentales para la recolección y el análisis de datos, el intercambio de información y el control de operaciones, tanto para sostener una presencia humana semi-permanente o permanente en la Luna como para operaciones robóticas automatizadas, incluyendo transporte, minería de recursos, procesamiento de minerales y recolección de datos científicos.
Además de los avances en la exploración espacial, estas iniciativas también prometen beneficios comerciales sustanciales para los emprendimientos comerciales en la Tierra. La infraestructura de comunicación desarrollada para la Luna puede tener aplicaciones e impactos significativos en una variedad de sectores, ampliando aún más el potencial de crecimiento e innovación tanto en el espacio como en casa.
La robustez requerida para una red espacial es una garantía de resistencia en entornos extremos, no solo en el espacio, sino también aquí en la Tierra. Si una red puede soportar los rigores del viaje a la órbita terrestre y operar de forma autónoma en el vacío del espacio, enfrentando temperaturas extremas y la radiación cósmica, entonces está preparada para resistir los entornos más desafiantes de nuestro planeta, como las capas de hielo polares, desiertos abrasadores o plataformas offshore aisladas.
Thierry Klein destaca la versatilidad de estos equipos de red, especialmente en escenarios remotos y exigentes, como sitios industriales, operaciones de seguridad pública, respuesta a emergencias, recuperación de desastres y aplicaciones de defensa. Equipos compactos y de bajo perfil, capaces de ser fácilmente transportados y desplegados en cualquier lugar, ofrecen una ventaja significativa en términos de flexibilidad y eficiencia operativa.
Esta convergencia de tecnologías espaciales y terrestres no solo impulsa la exploración del espacio, sino que también promueve avances importantes en infraestructura y comunicaciones aquí en la Tierra, ampliando los horizontes de innovación y resiliencia en ambos entornos.